
Mientras, en mi cole favorito, han organizado una de sus exposiciones. Bueno, vale, ya sabemos que en Infantil no hay presión de currículo, ni de competencias básicas, ni de objetivos de etapa o de ciclo, ni criterios de evaluación, ni atención a la diversidad… Infantil sigue viviendo en los Mundos de Yupi. ¿O no? A las pruebas me remito:
Fueron a ver la correspondiente exposición en el CMAE (Centro Municipal de Arte y Exposiciones), previa preparación en clase a base de realizar hipótesis, exponer lo que cada cual sabía del asunto, ver libros sobre todo tipo crámicas y ceramistas.
Realizaron el trayecto, a pie, tan pichis, por las calles del barrio. Hicieron la visita respetando las normas de comportamiento en un evento de estas características (que ya se las saben porque, llevan, desde los tres años, haciendo visitas a exposiciones, museos...). Contemplaron las obras y las comentaron, cada cual con su catálogo; preguntaron a su maestra y a la guía, se interesaron por la autoría, los títulos, los materiales, las formas...
De vuelta al aula, decidieron (¡faltaría más!) que también querían hacer su propia Exposición de Cerámica. La organizaron y planificaron, como llevan haciéndolo desde que estaban en EI-3, con el cuidado especial con el que se organizan eventos que se van a mostrar al exterior. Realizaron varias piezas. Las decoraron, escogiendo colores y la forma de aplicarlos, según su propia inspiración artística. Eligieron las que formarían parte de la exposición. Les pusieron un título, que cada cual discurrió y escribió, con ayuda de la maestra, o sin ella, primero en borrador y luego, con más cuidado, en el rótulo que acompañaría a la pieza. Decidieron el lugar, la oportunidad de las fechas, la disposición del espacio y la colocación de las obras.
Hicieron el cartel anunciador, después de un exhaustivo estudio sobre la tipología de los carteles, que situaron en un lugar estratégico para que todo el mundo pudiera verlo. También diseñaron su propio catálogo.
Efectivamente, en Educación Infantil no existe la presión del currículo, ni de los objetivos, ni de los criterios de evaluación, ni de las competencias básicas.
Y digo yo: A Pekín, ¿pa qué?
6 comentarios:
Que bien has contado el proceso completo, desde decidir ir a ver la exposición a montar la suya, casi na lo que han tenido que hablar y decidir, modelar y escribir... y lo que han disfrutado explicándonos a las visitantes cual era su obra, la de su amigo o amiga... Pena de Currículo de Primaria.
Ayyyyyyy!! no dejes de postear, porfa!!!
Digo yo queeeee, si la Primaria no "perdiera" las buenas dinámicas de Infantil (Rincones, visitas, exposiciones, asambleas, etc), entonces, digo, creo que el currículo en competencias sería más adsequible... vamos, es mi teoría (y mi experiencia).
Muuuuuy interesante esa exposición!! jaajjaj qué serios!
Lo dicho, no dejes pasar tanto tiempo sin postear...si puedes, claro.
Besos!!!
A veces, nos enmogollonamos "a lo tonto lo bailo", por mí lo digo, la primera, y nos autopresionamos, y nos complicamos la existencia, cuando todo es bastante más sencillo.
Estoy segura de que si la forma de trabajar que tienen, en general, en Infantil, la utilizáramos en otras etapas, ganaríamos en tranquilidad, y nuestro alumnado en calidad.
Gracias por vuestros comentarios.
Me encanta la experiencia.
¡qué difícil poder llegar a un pro
ducto tan elaborado!
Seguir poniendo las buenas prácticas que haceis, seguro que tienen más fruto del que pensais y alegran los momentos de nuestra profesión.
Así, bien clarito,compañera. Da gusto ver a las criaturas como mayores y ¡qué orgullosas las familias con sus artistas!
Enhorabuena por la exposición bien hecha y por publicarla. Seguro que anima a hacer cosas parecidas a otras personas.
Pues sí, la verdad, da gusto verlo. Es cierto que lleva muchísimo trabajo, de las criaturas y de las maestras, pero ¿y lo que se divierten?, ¿y lo que aprenden?, ¿y lo que disfrutan las familias? ¿y las relaciones que se establecen entre maestras, infancia, familia y comunidad?
Verdaderamente, otra escuela es posible, y está al alcance de cualquiera que se lo crea y lo intente.
Este cole ya no es mi cole, hace muchos años que no trabajo en él, pero tengo la suerte de que me dejen mirar por un agujerito y el privilegio de que me permitan contarlo y, así, seguir sintiéndolo un poquito mío.
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